sábado, 29 de noviembre de 2008

viernes, 28 de noviembre de 2008

Bon bon

Para niños

Niño querido:
ya viene el sueño
por el camino
de los luceros.
Ya se sienten
galopar
sus caballos
de cristal.

El sueño cruza
tierra dormidas,
y de repente
dobla tu esquina.

Por tu calle
ya se ve
su carroza
de papel.
Niño querido:
el sueño avanza
y se detiene
frente a tu casa.
Ya levanta
tu aldabón
con su mano
de algodón.

Ya se oye al grillo
que, con su llave,
le abre la puerta
para que pase.

Y el viajero
llega a ti
con su paso
de alelí.



Francisco Luis Bernárdez



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miércoles, 26 de noviembre de 2008

El general, un Viernes en medio de la batalla, ordenó a sus soldados: "¡TOMENSE EL PUENTE!". Todos se marcharon ¡ y regresaron el martes!.



¿Cómo se dice calvo, en chino? "Shin-me-chon".



El colmo de un calvo es ¡salvarse por un pelo!.



Había un señor tan flaco, tan flaco, ¡que no tenía intestino grueso!.



La mejor manera de levantarle el ánimo a un calvo es decirle ¡que tiene caspa!.





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viernes, 21 de noviembre de 2008

Titín, el niño avispa

Titín volvía otra vez a casa sin merienda. Como casi siempre, uno de los chicos mayores se la había quitado, amenazándole con pegarle una buena zurra. De camino, Titín paró en el parque y se sentó en un banco tratando de controlar su enfado y su rabia. Como era un chico sensible e inteligente, al poco rato lo había olvidado y estaba disfrutando de las plantas y las flores. Entonces, revoloteando por los rosales, vio una avispa y se asustó.

Al quitarse de allí, un pensamiento pasó por su cabeza. ¿Cómo podía ser que alguien muchísimo más pequeño pudiera hacerle frente y asustarle? ¡Pero si eso era justo lo que él mismo necesitaba para poder enfrentarse a los niños mayores!
Estuvo un ratito mirando los insectos, y cuando llegó a casa, ya tenía claro el truco de la avispa: el miedo. Nunca podría luchar con una persona, pero todos tenían tanto miedo a su picadura, que la dejaban en paz. Así que Titín pasó la noche pensando cuál sería su "picadura", buscando las cosas que asustaban a aquellos grandullones.

Al día siguiente, Titín parecía otro. Ya no caminaba cabizbajo ni apartaba los ojos. Estaba confiado, dispuesto a enfrentarse a quien fuera, pensando en su nuevo trabajo de asustador, y llevaba su mochila cargada de "picaduras".

Así, el niño que le quitó el bocadillo se comió un sandwich de chorizo picantísimo, tan picante que acabó llorando y tosiendo, y nunca más volvió a querer comer nada de Titín. Otro niño mayor quiso pegarle, pero Titín no salió corriendo: simplemente le dijo de memoria los teléfonos de sus padres, de su profesor, y de la madre del propio niño; "si me pegas, todos se van a enterar y te llevarás un buen castigo", le dijo, y viéndole tan decidido y valiente, el chico mayor le dejó en paz. Y a otro abusón que quiso quitarle uno de sus juguetes, en lugar de entregarle el juguete con miedo, le dió una tarjetita escrita por un policía amigo suyo, donde se leía "si robas a este niño, te perseguiré hasta meterte en la cárcel".

La táctica dió resultado. Igual que Titín tenía miedo de sus palizas, aquellos grandullones también tenían miedo de muchas cosas. Una sola vez se llevó un par de golpes y tuvo que ser valiente y cumplir su amenaza: el abusón recibió tal escarmiento que desde aquel día prefirió proteger a Titín, que se convirtió en una valiente avispita que asustaba a quienes se metían con ella sin siquiera tener que picarles.







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lunes, 17 de noviembre de 2008

La pócima y el viento

Es noche cerrada en el bosque. El viento sacude las hojas de los árboles, como queriendo extraer su esencia para llevarla lejos, y unirla a su gran colección de sonidos, tomados cada uno de un lugar distinto. Hoy el viento viene cargado de enfados, de rabias, de lloros, de insultos, de amenazas. "Nada de provecho", piensa el brujo, justo antes de que el viento traiga a sus dominios una risa; es una risa simple, con ganas de existir, y el brujo, rápido, la atrapa sin dudar.

"Ya está", dice satisfecho. Su mayor secreto, su conjuro más potente, su pócima más valiosa, está por fin completa. Como siempre, ayudará a quien la reciba a superar mil adversidades, dando al viejo aún más fama en la comarca, si es que se puede ser más famoso. Y como siempre, también, se preguntarán qué oscuras artes habrá utilizado para tan poderosa poción.
Pero el mago no revelará su secreto ¿cómo decir que son sólo 3 sonrisas y buen humor bien tierno, y que con eso basta para hacer frente a todos los males? nadie le creería, así que no perderá el tiempo con explicaciones, y volverá a viajar al bosque, de noche, a esa zona junto al roble, donde el viento trae de cuando en cuando alguna sonrisa fresca.





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jueves, 13 de noviembre de 2008

Risitas

Un niño entra a una óptica y le dice al vendedor:
- Quiero comprar una gafas, por favor.

El vendedor le pregunta:
- ¿Para el sol?

Y el niño responde:
- No. ¡Para mí!




En el cole la profesora pregunta:
- María, dime un palabra que tenga muchas “o”.

Y María responde:
-Goloso, profe.
- Muy bien, María. Ahora tú Pepito.

Pepito se queda pensando y dice…
-Goooooooooooooooooooool.




- Mamá, mamá, hay unos extraterrestres en la puerta.

- Ay, hijo, ¿y qué te han dicho?

- ¡¡Que son del planeta agostini y quieren hablar contigo!!






- Mamá mamá que buena esta la paella.

- Pues repite hijo, repite.

- Mamá mamá que buena está la paella.










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lunes, 10 de noviembre de 2008

....Adivina!!!!!!

¿Quién es el que bebe por los pies?
El árbol

Alto alto como un pino, pesa menos que un comino.
El humo

Todo el mundo lo lleva, todo el mundo lo tiene, porque a todos les dan uno en cuanto al mundo vienen.
El nombre

Adivina quién soy: Cuánto más me lavo, más sucia voy
El agua

Todos me pisan a mí; pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, pero yo no pregunto por nadie. ¿Quién soy?
El camino










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jueves, 6 de noviembre de 2008

Perez anda
gil camina
Perejil



Redondo, redondo.
Barril sin fondo.
El anillo



Paso por el agua y no me mojo paso por el fuego y nome quemo
La sombra



Mi madre es tartamuda,
mi padre es cantaor,
tengo el vestido blanco y
amarillo el corazón.
El huevo



Chiquito como un ratón y cuida la caza como un león.
El candado



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lunes, 3 de noviembre de 2008

El Hada y la Sombra

Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso de que muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar misterioso custodiado por el hada del lago. Justa y generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos a servirle. Y cuando unos malvados seres amenazaron el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada cuando les pidió que la acompañaran en un peligroso viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de Cristal, la única salvación posible para todos.

El hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo difícil que sería aguantar todo el viaje, pero ninguno se asustó. Todos prometieron acompañarla hasta donde hiciera falta, y aquel mismo día, el hada y sus 50 más leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aún más terrible y duro que lo había anunciado el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche y vagaron perdidos por el desierto sufriendo el hambre y la sed. Ante tantas adversidades muchos se desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino, hasta que sólo quedó uno, llamado Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el más listo o divertido, pero continuó junto al hada hasta el final. Cuando ésta le preguntaba que por qué no abandonaba como los demás, Sombra respondía siempre lo mismo "Os dije que os acompañaría a pesar de las dificultades, y éso es lo que hago. No voy a dar media vuelta sólo porque haya sido verdad que iba a ser duro".

Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el monstruoso Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en un último gesto de lealtad, se ofreció a cambio de la piedra quedándose al servicio del Guardián por el resto de sus días...

La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al hada regresar al lago y expulsar a los seres malvados, pero cada noche lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso compromiso surgió un amor más fuerte que ningún otro. Y en su recuerdo, queriendo mostrar a todos el valor de la lealtad y el compromiso, regaló a cada ser de la tierra su propia sombra durante el día; pero al llegar la noche, todas las sombras acuden el lago, donde consuelan y acompañan a su triste hada.





cuentosparadormir.





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